Memoria guanche. 19/01/09.
Caminaba por el Malpaís recordando
viejos tiempos que aún guarda mi memoria
entre rocas de lava, cardones y tabaibas,
y me seguía a todas partes una sombra;
mi sombra cogía mi mano, de la suya
que se sentía agradablemente acompañada,
yo sentí que mi corazón latía más deprisa
quizá mandando sangre para aquella sombra;
caminé más despacio por si oía alguna voz,
pero no oí nada, nada.....
solo, mis pisadas en la vereda
que eran como tambores que retumbaban;
entre aquellas rocas de lava negra,
cardones, balos y tabaibas.
Ya no me sentía solo, en mi andar recordando,
una sombra me acompañaba y quería ser mi amiga,
por eso se cogía de la mano de mi sombra,
quizá fuera la sombra de un guanche que se había perdido
y andaba buscando un camino para llegar a la cueva
que un día fue el refugio de su vida arrebatada por el tiempo.
Y quería ser mi amigo en esta era.
O quizás, la de un guanche niño que se había perdido
que me confundió con su padre por el camino,
o talvez, la sombra del silencio que dejaron en el tiempo
aquellos guanches que fueron, por la fuerza proscritos.
Jecego.
Caminaba por el Malpaís recordando
viejos tiempos que aún guarda mi memoria
entre rocas de lava, cardones y tabaibas,
y me seguía a todas partes una sombra;
mi sombra cogía mi mano, de la suya
que se sentía agradablemente acompañada,
yo sentí que mi corazón latía más deprisa
quizá mandando sangre para aquella sombra;
caminé más despacio por si oía alguna voz,
pero no oí nada, nada.....
solo, mis pisadas en la vereda
que eran como tambores que retumbaban;
entre aquellas rocas de lava negra,
cardones, balos y tabaibas.
Ya no me sentía solo, en mi andar recordando,
una sombra me acompañaba y quería ser mi amiga,
por eso se cogía de la mano de mi sombra,
quizá fuera la sombra de un guanche que se había perdido
y andaba buscando un camino para llegar a la cueva
que un día fue el refugio de su vida arrebatada por el tiempo.
Y quería ser mi amigo en esta era.
O quizás, la de un guanche niño que se había perdido
que me confundió con su padre por el camino,
o talvez, la sombra del silencio que dejaron en el tiempo
aquellos guanches que fueron, por la fuerza proscritos.
Jecego.
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