Esta noche es nochebuena.
En el cielo se ha perdido una estrella
se ve su espacio vacío en esa nube estelar,
quizás no se ha perdido, y solo haya ido
a Jerusalén, a ver al niño Jesús y cantar;
villancicos al rey de los cielos
a Santa María y San José,
para todas las personas del mundo,
pedirle reflexión, amor y paz.
Se llama Jesús esa estrella
solo El nada más, puede hacer que el mundo,
en un solo segundo
pueda hacer de la guerra, la paz.
Y pasarán muchos años, siglos talvez
para que terminadas las luchas de religiones,
en nuestras mentes encontremos razones
para saborear la miel de la paz,
entre todos los hombres, a la vez.
Se acaben las tormentas ideológicas
que hombres tan arrogantes pregonan
razones sin razón, luchas entre hermanos,
con ideas que como estandarte enarbolan:
dando libertad a un fanatismo caduco
que le conducirá a la muerte que buscan,
bajo la tierra, en tumbas comunes
reavivando la memoria de recientes luchas.
Así se conseguirá, que los nietos emulen a los abuelos
y en vez de paz, tengamos otra guerra
y venga a ayudarnos un pueblo
con una estrella en su bandera.
Entonces se acabarán los villancicos
el niño Jesús y los Reyes Magos
y nuestros hijos serán esclavos
con sotanas y mantos arabescos
.
Quedando solo el recuerdo
de la Noche Buena y Navidad.
Defendamos nuestras costumbres
sin revolver nuestro suelo,
donde solo encontraremos recuerdos
de nuestros engañados ancestros.
Sigamos como siempre
con Noche buena y Navidad.
En el cielo se ha perdido una estrella
se ve su espacio vacío en esa nube estelar,
quizás no se ha perdido, y solo haya ido
a Jerusalén, a ver al niño Jesús y cantar;
villancicos al rey de los cielos
a Santa María y San José,
para todas las personas del mundo,
pedirle reflexión, amor y paz.
Se llama Jesús esa estrella
solo El nada más, puede hacer que el mundo,
en un solo segundo
pueda hacer de la guerra, la paz.
Y pasarán muchos años, siglos talvez
para que terminadas las luchas de religiones,
en nuestras mentes encontremos razones
para saborear la miel de la paz,
entre todos los hombres, a la vez.
Se acaben las tormentas ideológicas
que hombres tan arrogantes pregonan
razones sin razón, luchas entre hermanos,
con ideas que como estandarte enarbolan:
dando libertad a un fanatismo caduco
que le conducirá a la muerte que buscan,
bajo la tierra, en tumbas comunes
reavivando la memoria de recientes luchas.
Así se conseguirá, que los nietos emulen a los abuelos
y en vez de paz, tengamos otra guerra
y venga a ayudarnos un pueblo
con una estrella en su bandera.
Entonces se acabarán los villancicos
el niño Jesús y los Reyes Magos
y nuestros hijos serán esclavos
con sotanas y mantos arabescos
.
Quedando solo el recuerdo
de la Noche Buena y Navidad.
Defendamos nuestras costumbres
sin revolver nuestro suelo,
donde solo encontraremos recuerdos
de nuestros engañados ancestros.
Sigamos como siempre
con Noche buena y Navidad.
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