Amor verdadero.
Un mar embravecido
una barca a la deriva,
el marinero que cae al agua
y un tiburón que lo mira.
Una guitarra sin cuerdas
lleva el marinero en sus manos,
una sirena le acompaña
que en su viaje, da consuelo:
en las aguas enrojecidas
con la sangre de su cuerpo.
Una esposa en la orilla
sin ver la silueta de su barca,
oye las cuerdas de su guitarra
y el canto de una sirena a lo lejos;
y desde la playa dice:
adiós mi marinero,….
con mi alma oí tu guitarra
y la sirena era mi cuerpo.
Jecego.
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