La esperanza ocupa
de la mente, su parte más alta,
y cree encontrar en el cielo
su refugio en la nada;
en busca de la palabra justa
que defina la esperanza,
y solo encuentra
silenciooculto en la nada.
La realidad y la esperanza
se buscan y no se encuentran,
no se dirigen palabra
viven a la sombra de sus huellas:
muerta la esperanza, su mundo,
desaparece sin dejar estela,
en la
finitud del silencio
de un pensamiento que vuela;
dejando paso a la realidad
con nombre y con seña,
que puede verse y tocarse
en la masa de su esencia.
Jecego.
La esperanza es un mundo fuera de nuestro mundo, que no hay que perder de vista.
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