Hoy me quito mi ropa,
quiero que me bañe el sol,
mi piel harta de frío lo reclama,
pero este astro se esconde
lejos,
me ignora, y quedo al aire y
sin ropa
rompiendo mi sueño en mi
cara;
al ver la mañana creí que calentaba,
que el día iba a ser
calentito y bueno,
pero me equivoque, se rompió
mi sueño,
me quede sin capa, tiritando,
en este día que me convenció
para calentar mi piel helada;
nada es lo que parece,
todo es todo, y nada,
todo se pierde en la noche de
los tiempos
y se repite cada mañana.
Mañana me abrigaré bien
abrigado,
y no haré caso a la alborada;
mañana me cubriré como si
helara
sin mirar a esas nubes que me
engañan.
Jecego.