Sueño y vida, lo mismo son.
Penetré en la sombra de tu
cuerpo,
en la invisible materia tuya,
en mi mente creció un sueño
y puse la cara tuya.
Santa te puse por nombre,
por imagen tu figura,
por ojos dos estrellas
y como traje, una aurora.
Te llamé cielo en la noche
para con tu luz romper las
tinieblas,
las estrellas se llamaron
luceros
que iluminaron tu universo.
Chifleta me llamaron mis
amigos,
lunático de noche de luna,
y soñador, los que me vieron
subiendo la escalera del
cielo.
Perdido en ollas de silencio
buscando la noche oscura,
donde el silencio se oye
y la voz del gallo retumba.
Todo es vida, tiempo y sueño:
primavera, verano, otoño e
invierno;
y cada uno a su manera
viaja con su tiempo a cuesta,
siempre mirando al poniente
por si tiene suerte y llega.
Jecego. Viernes 20 de abril
del 18.
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