No te escondas sol.
Hoy, como si tuviera
vergüenza
el sol, se extiende por todo
el Valle,
ya se deja ver en las calles
acariciando la hierba seca de
su farsa.
Crisol de belleza en su
apariencia,
fuego eterno en su esencia
secreta,
brasa y llama a la vez, en su
indolencia,
si y no, incomprendida masa.
Viento que aparece y
desaparece,
que nos das luz, y a veces te
vas
sin decir nada, que das luz y
sombra;
y otras te escondes detrás de
una nube pasajera.
Tú que crees poderlo todo te
pierdes
en tu propio horizonte,
una simple noche te envuelve
y ciega;
dejas sin color las praderas
y mueren
por tu culpa sin tu luz, sus
verdes,
vencido por una noche
inocente.
Jecego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario