Me cuesta distinguir.
Entre la belleza de la flor y
la mujer
me cuesta distinguir;
sé de sus raíces opuestas, de
su sentir,
una tiene su ser en la tierra
misma, la flor,
la otra, en otro ser,
hecha de barro también
en su naturaleza primitiva;
ser o no ser es la cuestión,
sentir o no,
la razón de ser mujer o flor
sin tener que leer su alma de
cristal
con la gracia de Dios;
bellas son las dos, a cual
más,
pero una, la mujer, te da
vida y amor,
mientra la flor da, perfume y
color a la vida
por eso debemos mirar:
como una sola, a las dos.
Mujer y flor; flor y mujer,
mujer o flor, flor o mujer:
crea en mi vida un nuevo ser,
donde sean fusión, las dos.
Jecego. 05/11/17.
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