Hoy estoy en esa nube de
polvo que habita entre las dos orillas de mi mar. Hoy me encuentro entre los
colores verde y azul de mi mar, y mi cielo disfrutando de la belleza que
irradia el paisaje de mi suelo, donde las imágenes son sombras que dan color a
mis sentidos, en su azul y verde indefinido que llena mi vacío; hoy vivo
elevado sobre una ola de mi mar vacío queriendo alcanzar mi cielo, tan lejos y
tan cerca de mi infinito, esperando que esta ola me lleve a tu playa y plácidamente
pueda acariciar tu piel de arena fina, suave como el terciopelo. Hoy quiero
acariciar tus orillas lejos del brusco océano, plácidamente, como un recuerdo,
que vive en mi memoria sin definirse si es voz o silencio; hoy viviré en el
calor que irradia tu paisaje, que sin verte te veo, y te siento como torrente
sanguíneo que encauzado en mis venas te sigue, siguiendo el mensaje cariñoso
que emana de tu tiempo y vaga en mi playa siguiendo la huella de tus plantas en
mi desierto, sobre las aguas de mi océano.
Hoy caminaré sobre los
vectores de mi circunferencia por si encuentro esa identidad que me abraza a la
vida, fuera de mi círculo vacio; entendiendo la vida como una figura geométrica
y al polvo como mi desierto sobre el agua.
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