Hoy es un día sin nombre.
De rosas rojas y blancas
se tiñó el horizonte;
de verde y nubes el mágico
monte
y la mar de azul y blanca espuma;
y tú amada mía de rosa,
como la rosa rosa,
remedo que crece en tu
piel hermosa,
para que mis ojos creen en
las rosas
la maravilla de tu encanto
de mujer;
amor, pueden ser y no ser
las rosa,
pero tu mujer, eres
la más hermosa rosa.
Pienso al escribir tu
nombre primoroso
que si el aliento es aire
que se pierde en el viento,
podría llevarse consigo la
poesía de tu cuerpo;
y dejarme solo tu recuerdo
grabado en mi piel
que será eternamente fiel
y gozoso
hasta que regrese el
viento que te llevó ayer.
Ayer vino el viento y te
llevó a su jardín,
hoy con mimo tu cuidas las
rosas,
pero ellas envidiosas te
dicen vete de aquí
no queremos competencias
en casa;
el viento te da herramientas
de cultivos y ayuda
para que cuides de ellas
hasta el invierno
cuando llega su reposo, y
pierdan sus pétalos
hasta la próxima primavera.
Jecego. 06/06/17.
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