Tan hermoso es lo feo cuando lo miras con ojos de envidia,
como hermoso es el cielo cuando muere el día;
son tus ojos amada mía los que iluminan mi mundo
dentro de una isla solitaria tuya y mía,
donde la envidia es nuestro gran enemigo
y el silencio esa voz que nos domina;
envidia dan las flores
por hermosas y sumisas;
son esplendorosas y lo saben
pero nublan su belleza
y muestran como regalo
que satisface tu codicia.
Dejando que tu seas la más hermosa
del ramo, y acompañarte en tu estima
Jecego.
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