Tu mirada es un misterio
Tus labios soberano infierno,
Tus ojos volcanes apagados
Oliendo azufre tu silencio.
Tu pecho es un monte verde
De pinos y jaguarzos;
Entre nuestra laurisilva
Y el endémico monte bajo.
La belleza de tu cuerpo
Esculpida en piedra brava;
Donde resuenan los martillos
El cincel y la barra.
Se modela tu figura exquisita
Tu boca se hace palabra y silencio;
Y el resto de tu cuerpo
Preciosa imagen de un sueño,
Grabada en mi mente
En un amanecer extraño.
Se pierde el tiempo en el tiempo
Y yo sigo soñando
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