¿Ves estos ojos que te miran?
Han visto tanto mundo, tanto cielo, tantos ríos
que están cansados de ver; heridos de ver tantos,
campos, montañas, mares, ríos, monumentos, pero
como el de cuerpo, amiga, como el tuyo no he visto;
tan a mi gusto, mediano, mixto, ni blanco ni negro
moreno como mi tierra, suave como los alisios,
tierno como un bebe, perfumada como los lirios
y entre tu cabeza y tus pies, un tesoro escondido.
Pero a pesar de tanto ver, no he visto nada tuyo;
el mapa de tu cuerpo, tus mares, tus ríos,
tus montañas gemelas, tus llanuras, tus aves, tus nidos,
tu volcán done guardas entre lavas ardientes, mis limos.
No voy a elevarte muy alto por si se te ocurre
sepultarme en tus lavas ardientes; quiero recordarlas
como piedras preciosas: rubíes adornando tu frente
y colgando entre la
cañada hermosa de tus pechos;
y que tus piernas sean dos ríos de agua fresca,
y no dos corrientes de lava de tu volcán escondido;
sino dos ríos que discurren por fértiles tierras nuestras
para que las flores sean complemento de tu escultura.
Jecego.
3 comentarios:
Como siempre tan delicado y amante de la mujer, que tus poemas podrían dedicarse casi todas a ellas.
Un monumento te vamos a tener q
Vaya se fue el comentario sin querer. Lo termino
"Un monumento te vamos a tener que poner"
Bss y buena semana
Amiga Katy, se siempre mi amiga y tendré monumento suficiente. Gracias por tu amistad y comentarios. Isidro.
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