Mi velero de la Esperanza.





Hoy voy a verte en mi barco de vela;
mi corazón está más allá del horizonte,
allá,  donde el cielo y la mar se confunden,
y solo queda una estrella, tu estrella.

Donde la luz se hace sombra que se proyecta
desde tus piernas hasta mi destino,
así acortamos el camino
entre mi sueño y tu silueta;

cuando el silencio se hace palabra
y con un abrazo se rompen las tinieblas,
el horizonte se hace mundo
y la palabra amor despierta. 

Los corazones hablan en su idioma de latidos
y se cuentan aquellas cosas que guardan calladas,
que llevan en sus aurículas y ventrículos
surcando los canales de sus rojas aguas.

Allí encontraremos nuestro gozoso edén
entre el cielo y el océano,
lleno de figuras invisibles, y mucho tiempo
con música que yo conozco, y tú también. 

Dejaremos de ser sombras en el tiempo
y seremos luz que iluminará nuestros sentidos,
seremos palabra, amor y recuerdos
en ese rincón nuestro lleno con el alma;
hablaremos de todo lo que hemos callado
y guardado en el baúl de los recuerdos.

Abriremos nuestra arca en ese velero
donde encontraremos el eco de nuestras palabras,
y echaremos velas al viento
con dirección a Canarias;

donde están mis raices, llevaré las tuyas,
y entre los dos sembraremos ángeles,
que poblarán un rincón de mi Isla
y anidarán con sus alas nuestra imagen.

Romperemos aquella postal de mar y cielo
y colocaremos otra de tierra firme,
donde vivamos unidos eternamente 
alejados de la aventura incierta del horizonte;

y de mi velero de la Esperanza
teniéndote junto a mí, para siempre.

Jecego.






5 comentarios:

Flor dijo...

Muy bello, precioso poema Amigo.

Un besito
Flor

Unknown dijo...

Amiga Flor. En mi camino diario entre la empresa y mi casa, paso por un jardín que tiene un arbusto con esa flor que representa tu blog. ASÍ QUE TE RECUERDO A DIARIO UN PAR DE VECES.
Un abrazo. Isidro.

Unknown dijo...

Son lindos esos paseos que te das sintiendo en si misma la vida, me gusta.. mucho.

un beso

Unknown dijo...

Estrella, esta tarde-noche he recorrido todos tus caminos. Gracias por enseñarme a andarlos de tu mano.
Un abrazo muy fuerte, que deje huella en tu piel. Isidro.

Flor dijo...

A ver a ver cuando la flor se marchitar???

Besos
Flor