Cuando un amor se rompe.

Cuando un amor se rompe en partes

el corazón llora entre sus manos vacías,

los ojos entristecen y derraman sus lágrimas

que entre los dedos discurren y caen sin vida.

Cuando el dolor convertido en llanto

derrama las lágrimas de sus ojos,

la tierra asume el dolor y recoge

el agua de aquella fuente de amor.

Cada partícula del agua de una lágrima

además de sal, lleva consigo parte de la vida,

de ese alma rota y por desamor vencida

convertida en fuente que llora, su perdida de amor.  

Se diluyen los sentimientos

las palabras y los besos vuelan al olvido,

pero todo ello lleva consigo

un rabioso mensaje a un nuevo amor.

Por eso, no llores por ese tesoro

ni digas adiós  para siempre,

porque el amor siempre vuelve

y muchas veces, en un paquete de oro.  

Jecego.