No se quien eres, pero...

Día de vendimia en la Dehesa. Jecego.

He dibujado en mi mente tu figura, y  llevo
dentro de mi, como solemne y sutil imagen
en aras de mi vida, tu sublime rostro sereno
con boca de fuego, sabor a miel  y ojos negros.

De la cálida imagen de forma misteriosa
se emiten rayos de luz, de Luna y Venus,
que dan a mi oscura vida,  luz de cielo
y rompe la noche de mis placidos recuerdos.

¡Oh imagen que llenas mi pecho de magia,
que calientas mi sangre y das luz a mis pensares!
dame también el perfume de sus rosas
con el sabor de sus labios de miel de azahares.

Siento dentro de mí su cálida figura, llena
de misteriosas esencias, de miel y enebro,
déjame también disfrutar los encantos de su cuerpo
antes que mis ojos se cierren de sueño y duerman.

Jecego.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Que bello es...
a veces duele no saber quien es el otro..

el que inspira.. el que dá...

y la vida es aveces tan extraña.... amigo..

tan rara..y te lleva por lugares..

donde ni imaginabas.

un besazo... de amistad inmenso

Unknown dijo...

Y vuelvo a leer este poema..y a preguntarte donde te metes..

y a decirte.. que este en concreto es tan bello... tan hermoso.. tan directo.. tan triste.. Isidro.. con un álito de dulzura y tristeza..

y dormir..

pero dormir despuesd de haber sentido.. vivido amado.

Un beso y un abrazo y un amigo... continua con tus poemas..