En la noche oscura yo buscaba
una luz centelleante en el cielo,
que trajera claridad a mi camino
para acercarme al fuego de su cuerpo.
Después, luchar pecho con pecho
hasta quemarme en la llama de su infierno,
y dejar que mis cenizas se esparzan
en el campo de batalla, con el tiempo.
(la noche) contará mi historia hecha trizas
(al mundo) cuando ya me haya ido,
y cuando bajo este oscuro cielo perdido
solo queden restos de mis cenizas;
alguien recordará lo que fuimos
y solo quedó cenizas de dos que se amaron,
porque la pasión pudo más que ellos
y por amor murieron abrasados. .
Jecego
No quieras ser más papista que el papa, morirás sin conseguirlo.
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