Las gemelas reían y apuntaban.

Las gemelas  reían y apuntaban.

Detrás de tu blusa blanca bordada
en horizontal apuntan a mis ojos,
dos gemelas inocentes y malvadas
hechas de carne tibia, gentil y humana.

Embebidos mis ojos, gozan y callan
y te desnudan de aquella tela inmaculada,
que sujetan a las gemelas, para que no caigan
fijas a tu cuerpo alumbrando mi mañana.

Un poco brinconas, al ritmo de tus pisadas
sujetas, siempre al frente apuntaban
y bailan en mis retinas como pájaros en la rama.

Tu cintura movida por tus pasos rítmicos
mueven el aire en la mágica plaza
y las gemelas reían, mientras yo miraba.

Jecego.