Dedicada a una nieta luchadora.
El árbol que nunca se rendía
había crecido lejos de aquí,
pero quería estar cerca de mí
y sus ramas crecían y crecían;
yo sentía que sus hojas se acercaban
como voces que me llamaban,
pero una barrera de mar nos separaba
en un confuso lenguaje de agua;
el sol que era nuestro universo
calentaba las bayas de sus palabras,
y se encendió el azul del cielo que quiso
fundir las lenguas en un alba:
se fundieron los colores de las nubes
se mezclaron las letras de la mañana,
en el mundo se hizo el silencio
y bajo un mismo cielo, una sola palabra.
Amistad bien entendida en su cuartel
con sabor a dulce miel, muy abundante,
para que nunca más existan errores
como cuando la Torre de Babel.
El sol nos regala calor de amistad
la luna derrocha su amor y embriaga,
el mar nos abraza a todos entre sus aguas
y Dios nos da su paternal bendición.
A todo a la sombra de aquel árbol
que Él mismo creó;
hablando un solo idioma
para que la luna encuentre cobijo.
esta noche cuando salga, y nos cubra
en el corazón de sus ramas.
Jecego.
4 comentarios:
Lindo Poema................
Beijo
Olá, amigo!
Passei para uma visitinha!...
Belo poema, criativo e muito introspectivo... amei!!!
Boa semana!
Beijinhos.
°º♫✿
°º✿ Brasil
º° ✿✿♥ ♫° ·.
Jacqueline, gracias por tu comentario. ¿Tu también tienes nietas?. Yo creo que a una nieta se quiere tanto como a una hija. Yo no tengo hijas, solo varones. Pero tengo dos nueras, como hijas.
Me alegra mucho que te gustara. Un abrazo. Jecego.
Amiga Magia de Ines; gracias por tu visita y comentario. ¡¡que curiosidad!! solo he recibido dos comentarios y los dos son de Brasil.
Amiga, gracias por visitarme. Yo ya te he visitado pero volveré, tu blog es precioso, lleno de contenido muy interesante. Un abrazo y hasta pronto.
Jecego.
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