El viento como vecino o amigo.

El viento como vecino o amigo.


Una flor compartía su espacio
con un cardo seco al lado,
sus pétalos estaban heridos
por las espinas del cardo.


La flor trataba de evitar su contacto
apartando su tallo del cardo seco,
pero el rígido cardo no podía
evitar herir de la flor sus pétalos;
y cuando el viento lo movía
clavaba sus púas,  en su cuerpo.


La flor estaba herida en su corola
y perdía los colores de sus pétalos, 
sus perfumes que estaban heridos,
estaban  perdiendo su fama;
por las heridas que su vecino
que sin querer clavaba en su alma.

El viento seguía impasible, a su ritmo,
cumpliendo con su trabajo de mover
a las plantas, esparcir sus semillas,
llevar sus perfumes por doquier;

para que todos los seres de la tierra
disfruten del mismo placer,
cuando una flor pierde sus pétalos
otra está por nacer;

y ésta nacerá separada del cardo
porque su madre le enseñó sus heridas,
y la hija aprendió de su madre,
que de la vida hay que aprender.

Evitar las malas compañías
es sano por principio,
una manzana podrida, pudre a un cesto
pero un cesto de buenas, no salva a la podrida.



Jecego.


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