Me voy a buscarte.
Quisiera estar, pero no puedo detenerme,
mi vida no tiene refugio y me pierdo
en el eco de mis pensamientos
que se lleva el viento trémulo;
por ese camino quebradizo
que me va abriendo el viento,
por ese desierto sin fin
que solo limita el tiempo;
con un viento hostil
zigzagueando mi desierto.
Me voy porque tengo prisa
en arañar tiempo a mi tiempo,
para dejar de ser un nómada
en mi propio desierto;
y llegar pronto al oasis
que me ofrece tu cuerpo,
a la sombra de tus sombras
y refugiarme en tu seno.
Jecego.
Siempre es bueno llegar a la sombra que cubra nuestro cuerpo. Pero sin prisa. La prisa resta tiempo a la vida.
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