El sol el cielo y una sirena perdidos.




El sol, el cielo y una sirena perdidos.



(dedicado en sus últimos días a un amigo que se ha ido).



















El poeta era el sol, dueño de un cielo
con muchas estrellas a su alrededor,
las había cultivado como perlas, con celo
pero fueron abandonando su calor;
y ahora en vida, perdidas  en el cielo,
se siente lleno de pena, angustia, y dolor.


Es muy triste vivir como vive el sol
viendo llegar sin fuerzas su ocaso,
todas sus estrellas salen de noche
llegando solo, a su triste ocaso;

llevando en su pecho el resplandor
de aquellas estrellas que cultivaba
como perlas, o diamantes; con su sudor,
dejando su pecho vacío; sin nada…..


El viento arrancó de su pecho la fragancia
el calor, secó en sus venas su savia,
la noche,con sus estrellas  oscurecen sus días
y solo,  en silencio, arde en llamaradas..

Torpe fue el sol  en su infierno, 
en su mundo, en su morada,
nunca tuvo nada para él,  lo compartio todo
y ahora cuando le llegó su ocaso,
todo le abandona, menos su alborada,
su sueño.......
que le espera en el horizonte cada mañana.


Ya el sol descendió a su arena
y con sus rayos, calienta su playa,
el mar se acerca y la acaricia
para que él ponga sus plantas.

Tardío sueño. Mundo cruel,
no castigues más su pecho,
deja descansar tranquila su alma,
que si no le ha salido bien, lo que hizo,
seguro que al despertar, mejorará su hada;
porque el poderoso león, el sol, ha muerto
sin llevar nada entre sus garras.

Y allá en los incógnitos mares
pescará con los anzuelos de sus canas,
la suerte que aquí le faltó
a la luz de la luna plateada;

que le abrirá caminos en el mar
e iluminará las arenas de su playa,
y talvez le acompañe una sirena
que venga a acompañarle en su alborada.


Jecego.


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