Contemplando una flor marchita.


Contemplando una flor marchita.



                                                                                   
                                                                                         
Contemplando una flor nacida ayer
y sus pétalos ya marchitaban,
comprendí que el tiempo no es nada,
que para morir, solo hay que nacer.

Ayer fueron sus pétalos
ritual de la mañana,
su color ampliaban los ojos
su aroma, serenaba el alma;


pero su vida fue tan corta
que no pudo llegar a mañana,
y ya su corola marchita, contrasta,
con el albor de la mañana.

¿Qué es el tiempo?

El tiempo no es nada.
Solo es un momento
entre la noche y el alba.


Solo es un suspiro, que escapa,
de una vida que acaba,
cuando apenas empezaba
a acariciar su primera etapa;
en un amanecer que brilla
con luces de oro y plata.

La vida es solo un momento
que apenas empieza, se acaba,
que debemos empezar de noche
para que termine con el alba;
que podamos ver el buen camino,
y demos al malo, la espalda.


Me gustaría conocer el momento
si me lo dijera un hada,
de emprender el camino  sin retorno 
a mi última morada:


donde el tiempo es infinito
en una sucesión de alboradas,
para que  la luz ilumine mis ojos
y pueda  verte, en mi noche más larga.




Jecego.


2 comentarios:

vuelo de hada... dijo...

Esta poesía es hermosa amigo pero melancólica a la vez, me quedo con estas dos ultimas estrofas por ahí me mencionan ;)
Me gustaría conocer el momento
si me lo dijera un hada,
de emprender el camino sin retorno
a mi última morada:


donde el tiempo es infinito
en una sucesión de alboradas,
para que la luz ilumine mis ojos
y pueda verte, en mi noche más larga.
Me encanto!! un abrazo como siempre un placer leerte

She dijo...

Olá! Obrigada pelo coment e por continuar a minha aventura, adorei...passe lá para ver as continuações a partir do que nós escrevemos. Beijos!
Cantinho She.