Amor.


Amor.

Primero solo fue una mirada
que se iba multiplicando en el tiempo,
luego si hizo fuego, silencio y llama
y construyó guarida en mi pecho;

que me quemaba y callaba su dolor
buscando refugio en tus ojos,
que escondían celosos el secreto
de aquella mirada en silencio.

Pero no supo esperar y brotó la llama
de aquel fuego que llevaba dentro,
la llama quemó sus amarras
y con una palabra rompió su encierro;

el amor no quiso limitar su grandeza
al espacio que le ofrecía mi pecho,
y se fue surcando los aires en un suspiro
dejando sin esperanza mi sueño.

El amor voló en una nube celeste
buscando el cielo azul en el aire,
pero chocó con una nube errante
que hizo imposible seguir su viaje;

y regresó al pecho donde había nacido
aquel gran amor de fuego y llama,
e hizo de su hoguera un refugio
reconstruyendo allí su casa:

y consiguió su eternidad en el tiempo
abandonando las nubes en el aire,
para crecer como ardiente amor
en el pecho que fecundó su sangre;
en la cuna que le vio nacer y crecer
de una mirada que invadió mi carne.

Jecego.


No te eleves para buscar el amor; se lo puede llevar el viento.

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