El cielo sobre el Malpaís de Güimar.













El cielo sobre el malpaís de Güimar.

El cielo quiso ser generoso
con el malpaís de la montaña,
y dejó caer un trozo de sí mismo
entre la montaña y la playa;
como obra insólita de amor
entre el cielo y la montaña.

Y como así se escribe el amor
con hechos, y no palabras,
adornó con muchos hijos
valos, cardones y tabaibas;
y todos miran al cielo
alabando, dando gracias,
a su padre engendrador
de su madre la montaña.

Ella también mira al cielo
con su vientre hacia arriba,
pidiendo al sol que le broncee
su piel de roca y arcilla;
porque quiere estar hermosa
para que su amor, el cielo azul,
no mire a la luna que le persigue
siempre sutil y primorosa;
no quiere compartir a su dueño
con la luna plateada y hermosa.

En ese paisaje, de cielo, roca y agua
están sus hijos: valos, cardones y tabaibas,
que como rocas verdes, miran al cielo
vigilando a la luna, y superando su estampa:
para que el cielo siga siendo fiel
a su madre la montaña.

Si pudiera encontrar en mi lenguaje
la palabra que dijera lo que siento
del malpaís de la montaña,
dejaría al Teide sin el titulo
de paisaje más hermoso
de las Islas Canarias.

Jecego.

No hay comentarios: