Huyendo del ruido.

Huyendo del ruido.

En busca del silencio sigo caminando
descalzo, para no hacer ruido,
le digo con el dedo en mis labios
a mi sombra, silencio amigo;
al viento que choca en mi cuerpo
le tapo mis oídos, pero hace eco en mis manos
y puedo oírlo, pero sigo andando mi camino.

Llegue a un campo abierto, desierto como un río
no encontraba el silencio,
se oían; conejos, pájaros, perdices y mirlos,
todo eran sonidos que partían
de otros seres vivos;
cuando éstos dormían, el viento en las ramas
hacían lo mismo: voces, cantos, y silbos.

Caminado salí de aquel campo ruidoso y vivo
y entré en una cueva, y en su cobijo;
aumentaron los ruidos, de ratas, murciélagos,
lechuzas y conejos, y hasta se sumó el silencio
que retumbaba en mis oídos;
entonces pensé:
cuando no puedas con tu enemigo
únete a él, y así lo hice;
me calcé mis zapatos, hablé y canté a gritos,
en ese momento se callaron todos mis vecinos
creo que querían escucharme.........
o tuvieron miedo de un animal más grande.

Entonces encontré el silencio que buscaba
y descubrí que siempre estuvo conmigo,
que no hay que ir lejos a buscar
lo que se tiene en sí mismo.

Jecego.

No hay comentarios: