La señora jardinera. (Dedicada a todas las señoras de Güimar)
(21 de Mayo 2009)
Señora, fíjese como le miran las rosas
que para copiar su suprema hermosura,
copian como mueve usted sus cosas
y como gira sus ojos cuando mira;
cuando camina usted mueve el aire que ondula
y se convierte en viento que arruinan,
los delicados pétalos de las rosas
que con tanta envidia le miran.
Señora, haga usted una cosa,
salga del jardín un día y de,
la oportunidad a las rosas
de sentirse tan hermosas como usted;
que el viento sea libre y tenga colores,
que no tenga sus caderas como guía,
que las rosas se sientan como flores
y no como sus envidiosas amigas;
señora, hágale un favor a las rosas
que no tengan su cuerpo como guía;
que sus tallos no se ondulen con el viento
que sus caderas envían;
para volver a ser como en el tiempo
cuando usted andaba perdida;
deje ser a las rosas, flores hermosas
para ausentar la envidia hacia usted,
ellas quieren ser lo que siempre fueron, rosas
la flor más hermosa, que siempre fue
insignia del amor y la vida;
pero su presencia no las deja,
su halo les perjudica y arruinan,
es usted tan hermosa, señora,
que las rosas se sienten perdidas..
Señora, déle una oportunidad a las rosas
que quieren ser tan hermosas como usted.
Jecego.
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