Suerte

No te aflijas mi suerte
no pidas por mí, a mi santo,
no me olvides
que aunque esquiva,
con tenerte
enjugaré mi llanto.

No es mi suerte
mi compañera;
siempre la ando buscando,
se separa de mí
y deambula,
quizá de mí, se haya cansado;
pero yo soy un empedernido
luchador por lo que amo,
y la buscaré hasta en el nido
de alguien que me la haya robado.

Es mi suerte la que deambula
y yo quién la está buscando;
es más terca que una mula
y yo más bruto que un asno,

Cuando nos encontremos, sin voces,
en la plaza o en el prado,
habrán relinchos y coses
para poder celebrarlo;
y sabremos quien es más esquivo,
si la suerte, o el asno que la buscaba;
así habló el borrico a un chivo,
mientras la suerte callaba.

Similar a un recuerdo.

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