El gorrión y el canario.

Se lamentaba un gorrión fuera de la jaula
donde estaba encerrado un canario,
porque quería ser prisionero
antes que libre y sin agua;
en la jaula había agua y comida
y él tenía que buscarla,
así ven las cosas los náufragos
dentro o fuera del agua.

El canario comía, bebía y cantaba
mientras el gorrión le miraba,
el gorrión se puso a pensar
que era mejor la libertad que la jaula;
y que la libertada a veces hace milagros
y siguió visitando al canario enjaulado,
el canario premiaba la compañía del gorrión
cantando, porque dejaba de ser solitario.

El canario agradecía la visita del gorrión
que era libre como un río, como el aire,
mientras él solo era un pájaro enjaulado
en un mundo de gustos miserables.

Un día el gorrión le trajo una flor al canario
y el canario le dio un poco de semillas,
luego con su pico le dio agua
y se hicieron amigos los dos.

Jecego.

La esclavitud se hace más llevadera, cuando se tiene una pierna dentro y otra fuera.

No hay comentarios: