La cuevita y la bañista.
Cosas del verano.
Tengo envidia de las olas
del mar donde te bañas,
porque ellas te acarician toda
y yo solo puedo dejarlas;
que te cubran sus azules aguas
y te acaricie su espuma blanca.
También tengo celos de la roca
donde descansan tus nalgas,
que es un trono de algas
que a mi alma vuelve loca;
y aunque mi pensamiento lo evoca
yo no puedo imitarlas.
Solo puedo ofrecerte
la intimidad de mi sombra.
Siéntate aquí en mi puerta
no te vaya a quemar el sol,
que él tiene de sobra,
llamas que dan calor;
y yo solo soy una cuevita
que apenas el sol me mira
y aunque parezca mentira
también soy, hija de Dios;
y solo me usan algunas parejas
para hacer a mi sombra el amor.
Arrímate a mi sombrita
dame un poco de tu calor,
que yo cubriré tu cuerpo del sol
y aliviare tu piel rojita.
Acércate igual que me miras
y dame un poquito de calor,
de ese que tomas del sol
y le sobra a tu piel rojiza,
que aunque te parezca mentira
será bueno para las dos.
Jecego
3 comentarios:
Bonito poema ...
Me quedo a seguirte desde mi blogg333
Un saludo desde Mexico
Amiga Jacque, gracias por tu visita y comentario; Es un placer leerte.
Voy a tu blog a visitarte.
Un abrazo desde Tenerife.
Jecego.
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