Y la sorpresa la dio una
margarita
ya en plenitud de belleza;
se le había pedido un pétalo
y sentía
marchita en su pecho y en su
alma rareza;
había perdido su lozanía
su belleza y jubilo se habían
truncado,
se sentía desolada en su
conjunto
sin sus pétalos que era todo
lo que tenía;
lloraba la margarita su
locura
buscando quien le quería: si,
no, decía,
mientras perdió lo que tenía
dando muerte con sus dedos a
sus dudas;
dejando en el suelo sus
pétalos yermos
como ramo póstumo sobre la
tumba;
de aquel amor que tuvo entre
sus manos
y perdió en el camino
mientras deshojaba
a la margarita sus dudas…..
Jecego. Marte 15 de noviembre del 16.
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