Hoy, después de ayer, día del amor.
Sin sol no hay sombras, solo oscuridad.
Hágase la luz, se hizo y te vi……
revoloteando en mi derredor.
revoloteando en mi derredor.
Cuando me quedo solo con mi pensamiento,
cuando se hace oscuro mi día,
cuando mi silencio se hace sonido
te llama y no estás; te has ido;
mi voz se hace cántico de mirlo
que te llama desde la rama de aquel árbol
que se eleva frente a tu ventana,
desde donde abre su pecho, y canta.
Va tejiendo su melodía que eleva al viento
mientras sigo inmerso en mi soledad y silencio,
se descarna mi alma que te
llama
y espera como se esperan los
milagros.
A que se abra tu ventana,
que tus ojos iluminen mi camino,
que tu silueta sea la imagen de mi destino,
y seas tú la meta, donde llegue mi palabra.
Que hoy sea como ayer de amable
lleno de cariño y amistad;
que se convierta en amor y cante
como el mirlo en la rama, llamándote.
Jecego.
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