Un amanecer es
amor.
Cada mañana miro y te veo. Estás
allí, donde miran mis ojos,
esperándome
vestida con traje de novia inmaculado
y un ramo de estrellas en tus
manos
que te miran, y como yo, te amamos.
Te mueves intranquila en el horizonte
borrando la noche con la luz de tus ojos;
tu luz la mueve el viento y con ella
subes a lo más alto, donde se acaban las sombras
y conviertes en medio día, todo luz bella.
En la tarde regresé a verte y no estabas
te habías ido a descansar más allá del olvido,
donde las sombras son duendes que hablan en silencio;
donde quieren esconderse los secretos que callas,
pero la luna, desenreda y descubre la palabra que faltaba.
No hay nada como la luz
para ahuyentar a los fantasmas;
ni como la palabra
para romper el silencio,
ni como un amanecer
para terminar la noche,
ni como volver
para acabar con la ausencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario