Hablo con el
viento.
Dime donde no estás, y te encontraré
por mi forma de oler tu perfume
y oír tu silencio, que escondes.
Veré pasar tu señal
porque llevas contigo
el arco iris de mis aguas;
en las hojas que te saludan cuando pasas
y la compañía temporal de las mariposas;
me gustaría apresarte con mis manos
y con mis brazos abrazarte,
pero eres escurridizo como tu nombre
te alejas y pierdes en la lejanía
sin siquiera mirarme; solo mi pelo lo sabe.
He visto moverse los árboles
sin ni siquiera despeinarte;
he visto a la mar elevarse en olas gigantes,
elevarse la tierra hasta el cielo,
pero a ti, no te ha visto nadie,
que ni te vas, ni te quedas.
No sé si tienes vida,
vitalidad si la tienes, a veces en exceso,
pienso que eres un sueño, mi sueño,
o un alma buscando mi cuerpo, y me desnudo
para que lo encuentres y te quedes, dentro.
Sin verte sé donde estás
porque tu fuerza te delata
y las ramas tiemblan cuando pasas.
Jecego.
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