Me gustaría dejar de ser siendo
y que siendo la verdad se
acercara;
no quisiera perder perdiendo la cara
y la razón que tengo, de ti queriendo.
Me gustaría que la verdad viniera
y que siendo verdad reluciera;
la verdad nunca debe ser quimera
sino perfumada rosa blanca.
La verdad de Dios siempre fue primera
nada supera a su palabra divina;
de los dos, uno está equivocado y declina
el rudo golpe que implica discusión vana.
Ya perdido en un bosque de pensamientos
tuyos y míos opuestos, resolvieron
y puesto de manifiesto por pasiva
lo inútiles que son las palabras vacías;
no eres corriente de agua clara, ni lago,
ni nube mirándose en ella;
ni ave mojando sus alas;
ni hierba invadiendo el camino que pisas;
ni suspiro que alimente el paraíso
donde descansa el alma del amigo;
solo eres eso; un cuerpo hermoso que vaga
pisando la hierba de tus veredas
ajena a los sentimiento que guardaban
antes que las pisaras y murieran.
Jecego. Martes 05 de julio del 16.
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