Día de mucho calor.
Mirando a través del cristal
de mi ventana
veo llover del cielo gotas de
la luz del sol;
que me abrasa sin piedad y
derrama
sobre las plantas de mis sedientas
macetas
a pesar de estar a la sombra
de mi casa.
Ya está todo caliente transpirando
agua
las plantas lloran, las
paredes soporta y callan
esperando que refresque con
el alisio que viene;
con lágrimas de madre
desconsolada sufre
por no poder cubrir a todos
sus hijos como quiere;
Vuelvo mi mirada hacia
adentro y pienso
en lo oscura que es la vida
sin el sol; pero
él, a veces es muy severo con
sus hijos, como hoy;
porque ésta caricia que nos
regala es triste,
quema la piel y duele; nos
atraviesa con su amor.
La respiración se hace
difícil y cansina,
las fuerzas se disipan, se
esconden, o retiran
sin despedirse buscando la
sombra
de la noche para librarse de
la caricia del padre sol
que quiere darnos vida de
fuego a mordidas.
Jecego. Sábado 02 de julio
del 16.
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