He aprendido a vivir, viviendo.

He aprendido a vivir viviendo
en un mundo que es un paraíso,
cadenas de montes de retamas, pinos,
tajinastes y el Teide que yerguen insumisos
son mis compañeros en este mundo que piso.

He aprendido que todo lo que crece tiene vida,
que todo se acaba a la par que sus días,
que vivir es seguir creciendo
como la retama, el tajinaste, y el mismo Teide
cada día… hasta que el creador ponga su freno.

Ni tú ni yo sabemos nada de la vida,
solo sabemos que estamos viviendo
en un mundo que no hemos creado;
pero así prestado o no vivimos en él
hasta que el freno de Dios lo decida.

Sigamos aprendiendo a vivir, viviendo,
la vida no es  solo rutina;
la vida tiene muchos rincones oscuros
que no hemos descubierto todavía
y merece la pena descubrirlos.

No dejes que pase el tiempo
sin vivírlos… vívelos, estas a tiempo, todavía.

Jecego. Lunes 06 de junio del 16.



1 comentario:

Ilesin dijo...

La vida se aprende viviendo cada instante como algo que no volverá, abriendo los sentidos para llenarnos de su esencia bella y particular.
Besos