Canto
a la mañana.
Hace
apenas un momento
que se retiró la aurora;
y me pregunto si la imagen
que estaba viendo
sigue allí en el horizonte,
donde miraba,
donde estabas tú, la imagen
que soñaba
dejándote ver, preciosa, como
un hada
mostrando tus encantos, y tu
mirada
abrasadora, de fuego…
callada,
buscándome, entre las nubes
que vagan.
Me pregunto si te fuiste con
la aurora
o te quedaste para
acompañarme;
pienso que estas conmigo,
acompañándome
como regalo del nuevo día,
venido del cielo
en alas del viento de cada
día, ahora
con el sol que nos acaricia
en la mañana.
Creo que tú y yo hemos
llenado la aurora de luces
de colores a semejanza del
arco iris,
y estamos presos en él, que
nos rodea
para que el nuevo día sea
nuestra casa,
un paraíso de flores hermosas
que rompieron la noche y
trajeron, tu gracia.
O simplemente seamos los dos
acariciándonos
en un sueño que nunca se
acaba,
como el sol y la luna, que se
esconden
para amarse como locos….cada
noche…
Jecego.
Sábado 18 de junio del 16.
1 comentario:
Hermoso cántico. Me encanta leerte, pero como bien dices, la poesía se siente, no se explica. Te llega o no te llega, sugiere o no te dice nada.
Un abrazo enorme.
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