Te tengo presente.
Jueves 21 de abril del 16.
Me había olvidado de aquello
que habíamos guardado en la memoria;
encontrarnos los dos a solas
y hablarnos con los labios, sin palabras.
A mí que tantos pensamientos me llegan,
que tantas ideas me invaden;
enmudecen en mi boca,
en mis ojos, cataratas se nacen,
en mi pecho suspiros y aire,
luego viento, huracán y esparce
en mi mundo de silencio
oculto en mis soledades.
Ni tus ojos ni tus labios
tendrán influencia bastante,
para borrar de mi pecho
felicidad tan grande;
nada me servirá de consuelo
ni la lluvia ni las aves;
nada minará mi tronco viejo
salvo tu fuego salvaje;
que hará que hierva mi sangre
sin salirse de su cauce,
que broten del aire palabras
y que mis labios hablen.
Jecego.
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