Llegué en silencio hasta ti
tu callaste y me abrazaste;
te sentí tan dentro de mi
que no pude, ni quise, separarme;
y se fundieron nuestros pensares
dentro de ti, y dentro de mí.
Se mezclaron nuestras raíces,
híbrido fue nuestro pensar;
yo quería escalar hasta el cielo
tú, seguir con los pies en el suelo;
y el producto de nuestro celo
se hizo terruño en el lugar;
crecieron nuestras raíces
y el amor hizo lo demás;
híbridos son nuestros hijos
con estructura universal;
pensamientos diferentes
mezcla de tuyos y míos,
en un prodigio de Dios
dentro de nuestro mundo compartido.
Jecego.
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