Lucha sin cuartel.
30 de noviembre del 15.
Me gusta verte así de frondosa
con esa alegre sonrisa y
erguido pecho,
y buscar con mirada ansiosa
de ser de esa flor tan hermosa,
dueño;
de ti, rosa trepadora y
espinosa fronda,
con sed de sol y cariñosa mano,
contemplo a mis ojos mirando
ciegos
esos dos capullos que a tu
ventana asoman.
Flor hermosa de ondas
florecidas. Que desafían
la mano de quien osa tocar su
piel tibia y sedosa,
con sus espinas al osado que
aventure su mano
en las ondas intimas de la
frondosa, rosa sin ser tu amo.
Y como un castillo de papel se
derrumba
la ilusión de aquel que quiso
ser, Cid campeador,
dueño y señor, de
aquella rosa inconquistable
que defendió con sus espinas,
sus erguidas ondas..
No hay comentarios:
Publicar un comentario