Un eclipse crea una
sombra que habla de luz y de paz.
Ayer, mientras el Sol
se escondía detrás de la Luna, me sentí humillado por el propio Sol; me decía,
como un gigante tan poderoso y grande, se esconde detrás de una pequeña y frágil
Luna; su poderío debería ser usado para
defenderla; darle más luz, y calentar su cuerpo frío y frágil, del viento que la
envuelve; pero parece que no es así, es ella la que protege a él de los miedos
a la soledad y ruidos del cielo profundo.
Me acordé de
nuestra Agustina de Aragón, y de tantas
mujeres españolas que con su valor hicieron grande a España, al lado de los
hombres y a veces en primera línea del campo de batalla; pero pensé, esto no es
una batalla, no es una guerra, es un acontecimiento matemáticamente exacto donde
las fuerzas se conjugan para regalarnos una sombra en un campo de luz donde
todos necesitamos vernos las caras sin hacernos la guerra. Quizá el sol esté practicando alguna estrategia poniendo en practica la lucha a ciegas donde obtendría ventajas. Nos conoce a todos y sabe donde estamos, y sabe también que con solo un brazo de su llama puede vencernos; quizá sea la razón de su magnanimidad escondiéndose detrás de la luna como señal de paz.. Jecego.
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