Con un nuevo amanecer naciste
tú
en la vieja habitación de nuestro castillo,
creado de sueños primorosos, sin ladrillos
entre tu y yo, soñando juntos,
abrazados;
anoche mirando al cielo pude ver, y sentir
una lluvia misteriosa de besos tuyos
que venían a mi desde una nube de colores
que traía como banda en su pecho, un arco iris.
Con los colores del arco, hice: muchas flores,
con ellas un ramo hermoso; lo llene de besos;
esperé que llegaras y ofrecí;
lo tomaste, me miraste,
lo pusiste en tus labios,
ofreciste, brotaron voces
que se fueron en la nube que te trajo, y no oí……..
pero seguí soñando.
Jecego..
1 comentario:
El poeta y sus sueños, sus versos, todo en uno brotan a borbotones de su pecho.
Hermosos versos Isidro.
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