Retales de la vida de mi anciano cuerpo.

Retales de la vida de mi anciano cuerpo.

Me veo desde la Dehesa, algo más arriba del pinar del monte; un poco más allá de los pinos y empieza  el monte bajo con  lejano olor a retamas que me transporta en alas del viento a lugares que mi memoria reclama para ver si puede revivir algún momento de los que las greñas de algún recuerdo se haya quedado enmarañada y poder rescatarla; y sí, por aquí he encontrado algún indicio de mi paso y me quedo un rato intentado desenrédalo por algún lado y darle la libertad que se merece….., allá a bajo; en el barrio de la lagartera, por encima de mi casa que la muestro, jugábamos en la calle a la pelota: Domingo Perez Campos, Manuel González, (el socio), Justo Coello, Esteban de la Rosa, Juan de la Rosa, Pepe González Leandro, Juanillo Espinel, José Negrin,  y un sinfín de muchachas que nos miraba desde las orillas de la calle: Teresa Bethencourt, Veneranda, Justa, Marta, hermanas de Justo, Carmita de la Rosa, Lola, Rosario, Candelaria, Leandra, Milagros, Carmela, Veneranda, y alguna más que sin querer se me haya olvidado…de pronto, mi memoria dio un salto y dijo: caramba, tanto hay en mi memoria y yo tan vacío de todo y vino a mi recuerdo el lugar donde todos me aguardan, ya sin pelota para volver a jugar. Un abrazo para Teresa, (y una hermana que no recuerdo su nombre), Candelaria y .......... que no han querido irse sin mi y les abrazo en mi memoria. Jesús. (éste es mi nombre entre los amigos de mi barrio). Si me he olvidado de alguien, le ruego me perdone, solo soy lo que queda de un ser humano).
Un abrazo para todos, aquellos y éstos.

Ver la casa donde nací. La entrada a mi vivienda era por la trasera y daba a un patio grande, común para dos familias, al centro, una piedra para lavar la ropa y unas liñas para tenderla.
Ese ventanillo que se ve en su trasera o lateral, era la ventana de mi habitación y de tres hermanos más. Por el otro lado tenía una ventana grande que daba a un patio. En ese caserón vivíamos  cuatro familias más la señora Serapia, que era sola; habían dos baños para todos, y un escupidera o vasinilla debajo de cada cama, casi todas para dos personas. Mis padres eran emigrantes de Fuerteventura. Y se casaron aquí en Güimar, todos mis hermanos nacimos en esa casa.




2 comentarios:

Katy dijo...

Bonitos recuerdos de esa infancia perdida pero que llevamos muy dentro. Imágenes de padres, y hermanos correteando juntos. Gracias por compartir

Unknown dijo...

Katy, querida amiga; gracias por darme tanto. Un abrazo grande. Isidro.
o.