desde el horizonte hasta las montañas canarias;
pero como nada es completo
tú no puedes verte,
eres todo llama,
no tienes sombra
eres todo y nada a la vez.
Te ocultas en tu ocaso, marcando un tiempo:
un día, una raya, una noche y muchas vidas.
Cada mañana iluminas el corazón del tiempo,
el reloj del tiempo, y dejas tu marca;
en mi almanaque dejas una raya,
y en el aire un poco de tu llama;
en la tarde, esa que marcas en tu ocaso,
llega una sombra negra que te tapa
y roba mis palabras que enmudecen
porque no ven nada que tenga nombre.
No puedes pedir más
llevas al mundo en tus alas;
vas y vienes cuando quieres y donde te da la gana
pero como no te ves a ti mismo
estás inconforme y quiere devorarnos con tus llamas.
Amigo, todos tenemos mucho, y nos falta algo;
si compartimos, con lo de unos pocos,
nos conformaríamos
muchos, pero me temo;
que seremos como el sol, todo o nada…
El equilibrio está en la mirada,
en vernos y compartir está la cuestión;
sobre todo ahora que es de día
cuando llegue la noche, solo hay sombras .
Jecego.
2 comentarios:
Cuando admiramos la belleza de la tierra donde vivimos y amamos vemos que nada le falta que todo es perfección sencillamente por que nos llena el alma y corazón.
Besos
Amiga Ilesin; como tú, veo la belleza de nos rodea y que a veces nos invade; pero también veo lo mal compartida que está y eso me entristece. Gracias por tu amistad. Un abrazo amiga, que Dios te bendiga.
Jecego-
Publicar un comentario