Cuando tu carne
es mi primavera.
La noche es mi refugio donde te espero;
cuando mis manos descansan sobre tu cuerpo
y arañan tu piel buscando el fuego rojo de tus venas
cargadas con la sabia de tus pensamiento
que elevas al cielo en la cima de los pinos.
Durante la noche elevo mis brazos buscando
las ramas de tus venas cargadas de silencio;
porque ahí esta oculta mi esperanza
en la hemoglobina roja de tus ramas al cielo
subiendo a la cima de tus brazos
extendidos,
suplicando al azul, quizá, una sonrisa
para calmar el dolor, de una noche de celo.
Ya en la madrugada, mis labios se posan en tu piel
no para besar tu cuerpo que ya
he recorrido total;
sino para comerte a bocados gigantes
haciendo acopio de las proteínas, de tu primavera
en la carnosa baya solanácea de tu precioso verano.
Jecego.
4 comentarios:
Vaya parece que estamos en primavera:-)
Te has lanzado de lleno todo romántico por la vereda casi casi veraniega.
Bonitos versos con su carga de erotismo:-)
Bss y buen finde
Amiga Katy, creo que ya estoy confundiendo las estaciones, jajaja; en cuanto al erotismo, será algo que está en el ambiente cargado de arena del desierto, porque a mi no me queda ni el olor.....Un abrazo. Gracias por tu visita y comentario. Isidro.
En tus palabras se puede vivir esa primavera eterna que ya en ti y en tus letras.
besos
Amiga Ilesin; gracias por tu comentario precioso. Un abrazo por leerme, comentarme y seguirme. Jecego.
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