Déjame soñar en Navidad.
25 de diciembre del 14.
Vivíamos en un mundo detenido por el tiempo;
atados de pies y manos a una fuente,
yo bebía de tus manos, y tú, de mi frente,
mientras modulaba tu cuerpo con mi aliento
y me bebía tus besos antes de partir para enero.
Luego partió de nuevo el tren de la vida
y se rompía el silencio de la parada;
y un mundo nuevo apareció ante mis ojos
lleno de silencios y de palabras:
con la música del viento del tren en marcha
con aires nuevos
lleno de voces extrañas;
y tu yo traduciendo con ritmos inconexos
aquellas voces que nos llegaban, lejanas;
se había acabado la Navidad , se despedía diciembre
que se iba en aquel tren de la vida sin escalas,
diciendo adiós por las ventanas; hasta enero hasta reyes.
Jecego.
2 comentarios:
"Luego partió de nuevo el tren de la vida y se rompía el silencio de la parada;"
Cuantos trenes, cuantas paradas, cuantos silencios y cuantos recuerdos...
Hermoso.Gracias
Amiga Katy, la vida es así: paradas, descanso, repostar y seguir hasta donde el aire nos permita coger su oxigeno. Un ABRAZO MI GRAN AMIGA, y sigamos mientras podamos respirar. Un abrazo especial por estas fechas tan llenas de motivaciones. Isidro.
PD. Un abrazo muy fuerte para toda tu familia cargado de felicidad.
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